Los verbos regulares son aquellos que mantienen su raíz y siguen la conjugación de los verbos modelo amar, temer y partir. Por ejemplo: saltar, beber, recibir.
La mayoría de los verbos, llamados «verbos regulares», siguen el mismo patrón y crean el pasado simple y el participio pasado usando la misma terminación de palabra, -ed. Sin embargo, hay verbos que tienen terminaciones diferentes y se denominan «verbos irregulares»